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El hombre más pequeño del mundo, la mujer barbuda, sirenas, hermanos siameses, el hombre con la cara de perro, la mujer más vieja del mundo y mucho dinero. Phineas Taylor Barnum reconocía que su única intención era llenar sus bolsillos y lo hizo de una manera inesperada para él: con su Freak Show que acabó siendo el circo más famoso de los Estados Unidos y que acaba de cerrar después de 146 años. Militó en el partido Demócrata y también en el Republicano y, sí, no sólo es el máximo exponente del efecto Forer, también está unido a Donald Trump.
«Los ciudadanos de Filadelfia y sus alrededores tienen la oportunidad de presenciar en el Masonic Hall una de la más grandes curiosidades naturales más grandes jamás presenciadas, a saber, Joice Heth, una negrita, de 161 años de edad, que antes pertenecía al padre del general Washington. Ha pertenecido a la iglesia baptista 116 años, puede ensayar muchos himnos y cantarlos según la antigua costumbre. Nació cerca del viejo río Potomac, en Virginia, y ha vivido 90 o 100 años en París, Kentucky, con la familia Bowling. Todo el que ha visto a esta extraordinaria mujer están satisfechos con la veracidad del cálculo de su edad. La evidencia de la familia Bowling, respetable, es grande ya que se trata de la factura de veta de Augustine Washington, con su propia caligrafía, y otras pruebas que el propietario tiene en su poder satisfarán incluso a los más incrédulos».
Pennsylvania Inquirer, 15 de julio de 1835.
Basta con saber de su primer gran negocio en el mundo del espectáculo para ponerse en situación: Pasen y vean a «una de las curiosidades naturales más grandes jamás presenciadas», Joice Heth de 161 años de edad, esclava que pertenecía al padre del general Washington. Era 1835 Barnum vendió una pequeña tienda que tenía y por 1.000 dólares compró a una mujer negra a la que exhibió por todo el país como la persona más vieja del mundo. Con el espectáculo viajó por todo el país y ganó mucho dinero. Cuando Heth murió robó medio dólar por asistir a su autopsia que demostró que no tenía más de 80 años. A partir de ahí con espectáculos similares, hizo fortuna. Fundó museos en los que se podían ver sirenas, hombres perros, siameses…pero también fue el único capaz de convencer a la soprano sueca Jenny Lind para girar por los Estados Unidos con un resultado millonario y bajo el apodo de ‘El ruiseñor sueco’. Llegó a considerarse a sí mismo el príncipe de las tonterías, viajó por todo el mundo conoció a Lincoln o la reina Victoria de Gran Bretaña y no sólo revolucionó el mundo del espectáculo, también el de la publicidad. Jumbo es un buen ejemplo.
El efecto Forer, también llamado efecto Barnum. En el tecer programa escuchamos un test de personalidad que en realidad es la base del experimento del profesor Bertam R Forer en 1948. Su trabajo demuestra que nuestro cerebro tiende a tomar por válidas o asumir descripciones que en realidad son vagas. Es lo que se denomina el efecto Forer o efecto Barnum. Vemos qué es y cómo funciona. Además, Cantinflas nos ayuda a entenderlo
Jumbo es…¿un avión grande? También, pero seguro que la aviación se inspiró en un elefante africano, el más grande conocido allá por 1880. O eso se decía en Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia. Se dice que medía cinco metros de alto y 11 de largo y que pesaba 21 toneladas. Jumbo fue capturado de pequeño y pasó 16 años siendo una de las principales atracciones del zoológico de Londres. Barnum lo había visto en numerosas ocasiones y acabó llegando a un acuerdo para comparar al animal. Cuando esto trascendió, los londinenses multiplicaron los ingresos del zoológico hacían colas y protestaban por la marcha del elefante. Los medios de comunicación se unieron a la protesta y el zoológico le preguntó a Bertram cuánto quería para deshacer el contrato. Tentó comprarlo por 2000 dólares que acabaron siendo 10.000 y pidió 100.000 para dejarlo allí cuando los ingleses recularon porque se había comprometido a exhibirlo y ya había invertido en publicidad. Era un dineral para la época. En 1882 Jumbo viajó a América aunque los londinenses se pensaron seriamente la oferta. El paquidermo fue un éxito rotundo en el nuevo continente y en tres años reportó medio millón de dólares. En sus exhibiciones, junto al general Tom Thumb que era un hombre de 102 centímetros, los niños podían subirse a él. Su final fue trágico: un error en el cambio de agujas del tren hizo que le atropellara una locomotora de mercancías. Jumbo y el conductor de la locomotora murieron el 15 de septiembre de 1885 en Ontario, Canadá. Medio siglo después, Jumbo seguía en el imaginario popular: el éxito de Dumbo, el elefante volador de Disney tenía un abono perfecto: Jumbo -hola en swajili- era, y es, un sinónimo de grande.
Barnum es otro ejemplo de la falacia de validación personal (así es como se denomina al ‘efecto Forer’) y de una vida a costa de la que la credulidad ajena. Tal vez ese sea el único argumento por el que algunos en norteamérica le han comparado con actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Pero hay más paralelismos. En este artículo del Washington Post se preguntan por qué la gente sigue comparando al empresario circense con Trump. El artículo comienza arrojando algunas referencias: una de 1989 en el New York Times en el que se dice que Barnum fue el Trump de su tiempo o una cita de Samuel L. Jackson en la que el actor argumenta que Trump «es más P.T. Barnum que político». Pero eso es poca cosa.
Entre los motes que recibe el nuevo presidente reconoció que el de P.T. Barnum sí que lo considera un cumplido: «Mira la gente te llama nombres. Necesitamos P.T. Barnum, un poco, porque tenemos que construir la imagen de nuestro país», dijo Donald Trump en Meet the press de la NBC.
Es la la faceta de showman de Trump la que los acerca, el manejo de los medios de comunicación y la publicidad para sus fines. La manera directa de tratar al público, la filantropía que ambos llevan por bandera mientras reconocen –Barnum lo dijo en numerosas ocasiones, como Trump ha hecho– que su única intención es generar más beneficios. Eso sí, Trump ha llevado mucho más lejos en política que P.T. Barnum, quien nunca pudo dar el salto que quería a la primera línea de la política nacional. Y eso que uno de los eslóganes de sus negocios que ha llegado hasta nuestros tiempos es «Tenemos algo para todos». Y eso sí era verdad.
¿Y tú?, ¿Quién es tu ‘P.T. Barnum’ particular?
Para saber más:
El circo de los horrores Revista Quo
La historia de Joice Heth, la ficticia niñera de Washington El pensante.
The Barnum Museum web del Museo creado por P.T. Barnum.
In business for myself Robin Freed, Universidad de Virginia
Efecto Forer, (Efecto Barnum o validación subjetiva) Diccionario del escéptico, Robert Todd Carroll
The Feejee Mermaid The Museum of hoaxes
Why people keep comparing Donald Trump to P.T. Barnum, of circus fame Washington Post, 17/1/17
Meet the press NBC News, 10/1/16
The great showman dead New York Times, 8/4/1891. Obituario de P.T. Barnum
El circo Ringling Bros. y Barnum & Bailey anuncia su última función tras 146 años de espectáculo Univisión
Ringling Bros and Barnum & Bailey Web del circo.