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La película de Giordano Bruno publicada en 1973 pone de manifiesto el calado social y filosófico del personaje. Por su parte, Isaac Asimov señala la vertiente científica del pensador, que no se retractó de sus teorías como más tarde haría Galileo para evitar la muerte.
El bloque comienza con un fragmento de la obra de Asimov, una de las más completas, ambiciosas y reconocidas del autor.
La noción de los átomos nunca fue descartada por completo de las escuelas occidentales. Entre los atomistas más destacados en los inicios de la Ciencia moderna figuran el filósofo italiano Giordano Bruno y el filósofo francés Pierre Gassendi. Muchos puntos de vista científicos de Bruno no eran ortodoxos, tales como la creencia en un Universo infinito sembrado de estrellas, que serían soles lejanos, alrededor de los cuales evolucionarían planetas, y expresó temerariamente sus teorías. Fue quemado, por hereje, en 1600, lo cual hizo de él un mártir de la Ciencia en la época de la revolución científica. Los rusos han dado su nombre a un cráter de la cara oculta de la Luna.
Nueva guía de la ciencia. Isaac Asimov.
Borracho o en los primeros pasos de una gran resaca, parte de las ideas filosóficas de Giordano Bruno quedan en el fragmento de la película del director Giuliano Montaldo que tiene banda sonora de Ennio Morricone y es un ambicioso filme de más de dos horas para retratar del manera global la figura Bruno y su época. Ideal para una tarde en el sofá con poca luz en el exterior.
